Cuerpo presente es una acción del artista Marlon de Azambuja (Brasil, 1978), un experimento site specific, una obra situada contextualmente en el espacio que traslada la potencia de la pieza a la experiencia corporal. A partir de los elementos que el lugar ofrece, tanto de forma arquitectónica como en la dimensión sensorial, el artista dota de cuerpo a la vibración mediante la introducción de una presencia nueva. La perspectiva de crear un espacio expandido como un paisaje interior que se extiende al espacio mental -interior- traduce la necesidad de repensar el espacio como construcción y utopía. En este entorno dotado de una atmósfera difusa se amplían los límites visuales a través de una serie de sonidos que delinean el aire. Cuerpo presente es un cuerpo amplificado, una resonancia encarnada en una atmósfera de levedad y flotación que transita al lado del espectador. De Azambuja aborda el espacio desde la experiencia directa y dirige la atención hacia el interior de la situación que crea. De esta forma, los significados opuestos son un elemento esencial de la acción en el que el oxímoron “un silencio atronador” describe una forma de resolver y construir una experiencia a partir de los elementos más sencillos para abrazar la duplicidad del entorno.
La disociación del cuerpo en el espacio que le rodea es la división de éste entre el “espacio real” y el “espacio anhelado”, una dualidad en la que resulta complejo permanecer, y que es justo el lugar en el que el artista quiere posicionarse. La relación que él establece entre los conceptos “cuerpo” y “vibración” es la que produce un cambio en esa separación de espacios conceptuales, es decir, propone una pérdida de referencia dentro del horizonte difuso del espacio. Desde el cuerpo como aquello que tiene una extensión limitada y que ocupa un espacio concreto crea una situación que transforma el entorno y genera un poderoso paradigma: el cuerpo como lo absoluto y los cuerpos como el lugar penetrable y opaco. La clave de Cuerpo presente es percibir la singularidad, la sutileza y el gesto del habitar, esto es, llegar a la duda sobre dónde se está, no a la respuesta. Dentro de este principio discursivo, El Tanque posee una circulación continua y fluida que se materializa como un entorno de percepción reverberante que define y hace existir las relaciones que ocurren en él; aquí, lo incorpóreo toma cuerpo, el silencio se dilata, recorre el entorno y crea un nuevo territorio. Esta modificación de los horizontes sensibles conduce a un estado que genera puntos de incertidumbre donde el plano subjetivo es múltiple.
En este sentido, lo arquitectónico se acentúa a través de la contraposición entre lo vegetal y lo industrial, y lo corporal se materializa con sonidos contundentes deslocalizados, que recorren el cilindro como una fuerza impalpable hecha sustancia. Se trata de una pieza en la que el espectador entra y se relaciona con su propio tránsito en un entorno limitado, que se transforma en un paisaje expandido. En esta experiencia, las sensaciones pueden reconstruirse e intensificarse, es decir, cuerpo y sonido amplían los límites de la perspectiva. Cuerpo presente responde a la preocupación del artista por los espacios y la arquitectura, entendiendo la intervención como un diálogo que acciona el lugar y lo reposiciona a través de la introducción de singularidades: la luz, la vegetación, el sonido y el espesor del aire son elementos de reverberación plástica que distorsionan el peso físico, el horizonte y la temporalidad. Tres variantes que se dilatan a través del gesto de un cuerpo común, un cuerpo esparcido por todo el espacio, un paisaje nuevo que se presenta simultáneamente en todas las cabezas. Quizá este lugar compartido genera excesivas pérdidas, pero más allá de la referencia espacial, es decir del “estar ahí”, se pierde la individualidad del “ser ahí” hacia un “somos ahí”. Cuerpo presente es, finalmente, una pérdida de los límites del yo.
Colaboradores: Gobierno de Canarias, Sociedad Agraria de Transformación -FAST-, Braponte Agrícola S.L y Cooperativa Platanera de Canarias -Coplaca-.
Santa Cruz de Tenerife
Fechas: 16 marzo – 17 junio 2017.
Fechas: 16 marzo – 17 junio 2017.
Fotografías: Aday Palmero.